Esta técnica es muy parecida a la de los peeling pero actúa de manera más suave, lo que permite regresar a sus actividades normales al momento. Este procedimiento ayuda a regenerar la piel, permitiendo lucir joven y radiante mediante técnicas no invasivas reduciendo las arrugas como también las cicatrices muchas veces causadas debido al acné.
Al eliminar las células muertas que se generan en las primeras capas de la piel, se fomenta la regeneración de nuevos tejidos, y de esta manera se produce mayor colágeno ayudando a mejorar la elasticidad y por consecuencia lucir una piel más tersa y suave desde el primer momento podrá sentir el cambio en la nueva piel reconociendo sus múltiples beneficios entre se encuentran:
- Ayuda a reducir los poros.
- Desvanece las manchas producidas por el sol.
- Fomenta la circulación ayudando a mejorar la tersura de la piel.
- Disminuye las arrugas y líneas de expresión.
- No es necesario contar con un tiempo de recuperación, los resultados son inmediatos.
- Reduce los daños superficiales en la piel producido por el envejecimiento y el sol.
Previo al tratamiento el medico podrá indicarle ciertas cremas que ayudarán a preparar la piel ayudando a mejorar el tratamiento al momento de realizarlo, una de las recomendaciones que se indica son las de tener cuidado de exponerse al sol, teniendo siempre a la mano un protector solar indicado por el médico que la esté tratando.
Debe recordar que este procedimiento se deberá realizar en promedio de cada 10 o 15 días o dependiendo de lo que su médico le pueda indicar siempre con una previa evaluación de acuerdo al tipo de piel que tenga y las necesidades que requieran en su piel. El promedio de sesiones con las que se puede contar son entre 4 a 6 dependiendo de lo que necesite.